SEGUNDA PARTE DE MI VIAJE, VIENA

Hola a tod@s!!

Hoy vamos a trasladarnos durante unos minutos a una ciudad monumental, Viena. Os hare un breve resumen de lo que vimos, Viena tiene una gran variedad de lugares que visitar pero hay principales visitas que no te puedes perder.
Una de ellas sin lugar a dudas es la Opera de Viena, es tan conocida que es impensable el no ir a visitarla. Solo con ver el exterior del edificio deslumbra, tanto de día como de noche.



El palacio Schönbrunn de Viena es la enorme residencia de verano que utilizaba la familia imperial.
El estilo rococó destaca en las habitaciones y en los salones oficiales, cuando llegas a las habitaciones que pertenecieron a Francisco José y la emperatriz Isabel sorprende la sencillez de ellas.
No os puedo mostrar fotos del interior de palacio porque estaba prohibido, merece la pena visitarlo. Yo de pequeña disfrutaba viendo las películas de Sisí Emperatriz, el poder ver sus habitaciones privadas con su tocador, aparatos de gimnasia que utilizaba en su rutina diaria ya que era una apasionada del deporte y siempre estuvo obsesionada con la belleza.
También merece la pena recorrer los infinitos jardines hasta llegar a la Glorieta, que corona una colina desde la que se logran preciosa vistas del palacio.

 

 

 

Después de visitar el palacio de Schönbunn, volvimos al centro de Viena para comer y callejear por la ciudad.

 

 

 

Por Viena es normal ver puestos de salchichas de diferentes tipos, yo no me podía ir sin probarlas. Aunque tiene una gastronomía más variada gracias a los países vecinos, Hungría, Republica Checa, Italia...
Tampoco quería irme sin probar su postre más famoso, Tarta Sácher. Se trata de una tarta de bizcocho de chocolate rellena con una capa de mermelada de albaricoque y recubierta de chocolate. Me gusto tanto que para mi cumpleaños quería que mi tarta fuera la Sácher, busque en internet la receta autentica y la hice. Los comensales quedaron más que satisfechos de lo buena que me salió;P

Un aprendiz de repostería creó la tarta en 1832 y desde entonces no ha dejado de venderse. Cuarenta años después, el hijo del creador fundó el Hotel Sacher, en el que hoy en día se forman colas interminables para degustar la famosa tarta.
En cualquier pastelería de la ciudad puedes degustarla y esta igual de buena, y el precio esta a la mitad que en el hotel, y creedme que se agradece porque Viena es muy bonita pero es cara.

 

Al día siguiente nos fuimos a visitar el palacio Hofbur, se trata de un enorme conjunto arquitectónico que abarca una amplia zona, desde los antiguos aposentos imperiales, pasando por varios museos, una capilla y una iglesia, la biblioteca Nacional Austriaca....
Este palacio era la residencia de invierno de los Habsburgo, Viena es una ciudad que esta llena de palacios pero los que os estoy nombrando son los más importantes.
Dentro podemos ver colecciones de vajillas de todo el mundo, platería de la corte, lujosas cristalerías, los utensilios de cocina que utilizaban...etc.
Durante la visita se pueden recorrer 19 habitaciones del que ha sido durante más de 600 años el lugar de residencia de los Habsburgo.
En este palacio si que dejaban hacer fotos dentro, así que os dejo un breve resumen de ellas.

Como me gustaría poder doblar la servilleta como en la foto, lo bien que quedaría mi mesa para las fechas navideñas que tenemos a la vista. Pero va ha ser imposible, ya que solo dos personas en el mundo saben como hacerlo, fue una de las cosas que más me sorprendió del palacio.


Antes de dejaros con una pequeña selección de fotos que he hecho de Viena, deciros que es muy fácil visitar la ciudad gracias a los medios de transporte que tiene. Nosotros usamos el tranvía que nos facilito el poder ir de un lado a otro. Espero que disfrutéis con esta entrada, yo desde luego que he disfrutado haciéndola;))

 

 

 

Gracias por todos los comentarios y visitas, besos infinitosssss....:))